jueves, 26 de junio de 2014

Heroes of Might and Magic's Mapmaker

Hey hey hey my little droogies, que diría aquel locuelo amico

Como no podía ser de otro modo, me declaro un mapmaker empedernido, ¿de qué?, del Heroes. ¿Por qué? Porque mola y punto. Es más, pienso utilizar esta nueva entrada para despachar mis creaciones en este, insisto, perruno mundo de males y bienes. Atentos: voy a unir dos de mis obsesiones: Tolkien y la susodicha joya electrónica, haciendo uso de su nueva versión Horn of the Abyss; tan cacareado mod no podía por menos que culminar en una gran obra de arte de la ingeniería fantástica: un nuevo escenario de mi cosecha inspirado en Middle Earth. ¿Y por qué digo nuevo? Porque llevo hechos un porrón nada desdeñable de ellos para las diversas entregas de nuestro Heroes del alma: por ahí andarán, según creo; voy a buscarlos at once... Pos no sé dónde están: ¿andandarán?

Y como soy así de guay os voy a dar algunas pautas para hacerlos (ya sabéis, los mapitas del Heroes...). ¿Y de qué Heroes? Pues principalmente hablo de la segunda y tercera entregas, si bien con estas recomendaciones podéis echarle mano a la quinta sin despeinaros, o a la cuarta (si tenéis estómago).

Primero: Desenfocad el mapa y "pintad" a grandes rasgos la silueta de vuestros futuros reinos: ubicad costas y distribuid a grandes rasgos los distintos tipos de terrenos (ya habrá tiempo para corregir, perfilar y afinar). Seguidamente utilizad la brocha nívea para señalar de blanco (pa ver mejor, vamos) dónde deseáis desplegar vuestras magníficas cordilleras y bosques. No os olvidéis de utilizar alguna señal con el fin de no magnificar en exceso dónde va cada cosa (en el caso de que estéis recreando algún mundo de fantasía, no creándolo, en cuyo caso dejaos llevar).

Segundo: Una vez ejecutado lo global, descended a lo local. Enfocad con el zoom e id área por área colocando los elementos que creáis son más importantes. Entreteneos seguidamente en los detalles inherentes a cada área (por cierto, que cuando hago mención de un "área", me refiero a la ventana de creación del mapita). No paséis a la siguiente sin haber terminado, perfilado y maravillado a vuestro público.

Tercero: Deteneos particularmente en cada uno de los castillos que coloquéis sobre el tapete: deben de estar dotados de un entorno sugerente y preciosista; adornadlos en derredor, pues. No reparéis en gastos y tiempo: flores, árboles, viviendas (dwellings) y magníficas vistas: imaginad vuestro soñado bungalow en Benidorm y listo. Poned los nombres apropiados a vuestro universo, sea el que fuere, y eso sí, si estáis pensando en que tales castillos sean la tierra natal de nuestro héroe no os olvidéis de homenajearlos con sendos aserradero y mina de hierro en sus cercanías, ambos recursos vitales para mantener una economía saneada.

Cuarto: Insisto, trabajad detalle a detalle, tratando de crear una especie de laberinto para los díscolos héroes pero sin que se note. Asimismo os digo que no conviene apelmazar en exceso las viviendas, construcciones y demás parafernalia. Que sea vea donde se pisa, coño. Además no lo pongáis demasiado difícil desde el principio; tratad de equilibrar a los jugadores, y si pasáis del tema, por lo menos ubicadlos lejos los unos de los otros, para que al menos puedan desarrollarse a gusto. Recordad: lo que mola es jugar y hacer tirrín, es decir, que nuestro héroe quede habilitado para desmadrarse e ir de recurso en recurso. Luego no seáis tacaños, poned cosas a tutiplén y dotad al héroe de personalidad (biography) y de seguidores (garrison) que le vayan a la zaga. 

Quinto: Tened cuidado con las minas y demás cosas útiles para el desarrollo del castillo, que deben ser resguardadas por criaturas fuertes (de nivel tres parriba), sin hacer mención en este recuento del ya invocado aserradero y su hermanito el ferrum, que con mindunguis de nivel uno ya van que se matan. Insisto: lo importante no es tanto la dificultad como la jugabilidad. Es una opinión como otra cualquiera, pero no estoy dispuesto a estrujarme demasiado el cerebro en una cosa en la que reparo para divertirme inocentemente. 

Sexto: Centraos en la estética, que es incluso más importante que el contenido literario del mapa. Habrá quien preste atención a los textos y habrá quien no, así que concentraos en no perder de vista la eficacia estética del entorno. Siguiendo con esta misma lógica, lo plano esta prohibidillo, holgazanes, ¡gandules! No dejéis nada al azar, ni eternas planicies con un par de montañitas y cuatro gatos. Que se note que os lo habéis currado. Daos cuenta de que el mapa global lo es absolutamente todo; si nos movemos en un entorno aburrido, el juego en sí no habrá merecido la pena. 

Séptimo: Una vez hecho esto, id colocando y perfilando vuestros héroes, y colocadlos debidamente en cada uno de los portones, o cerca de allí, o lejos si eso os encaja en vuestra apabullante historieta. Divertíos haciéndolo y se notará. Tened muy en cuenta tanto su estética como sus ocupaciones, destrezas y características primarias y secundarias. En otras palabras, que la peña que juegue vuestro escenario sepa que os habéis volcado a tope en su ambientación.

Octavo: Desplegad eventos y quests sobre el tablero, con el fin de que el mapa cobre vida por sí mismo. Es decir, que no estaría de más sembrar el mapita con eventos buenos y malos: emboscadas, tipos guarros, artefactos donados por sabios hechiceros y errabundos, situaciones que bajen o suban la moral o la suerte de los nuestros, etcétera. Haced que valga la pena vuestro tiempo.

Noveno: Centraos generosamente en las características del mapa en sí, asignando héroes para cada facción, sucesivos eventos (de nuevo, buenos y malos). Ponedle un nombre bonico y adecuado y ya está hecho. ¿Qué tal lo véis?

Basta de cháchara: he aquí mi lista de mapitas del Heroes, a incrementar y engordar en los próximos años. Disfrutadlos y sed felices. Ya me diréis si os molan.


He tenido que eliminar algunas tildes y demás precisiones gramaticales con el fin de que sea legible. Cosas de los angloescribientes, ya me entendéis, y en fin, casualmente no existe hoy por hoy ningún juego exclusivamente inspirado en el legendarium de J. R. R. Tolkien que apenas alcance su capacidad evocadora, pero eso no quiere decir que no podamos recrearlo decentemente. Y esta es una prueba que iré, Dios mediante, mejorando según encuentre taras, fallos e inconveniencias.


Otra cosa: ajustándome con donaire la chistera tengo que relataros un hecho aciago, cual es el de que si queréis sacarle todo el jugo al juego no podéis sino utilizar una pantalla old-school, a saber: la de los monitores carraca de toda la vida, en resolución 800x600. ¡Lo siento VCMI guys, pero el abandonware tiene sus reglas!

Por último deciros que de momento me quedo con el HotA para jugar de mejor modo y manera a nuestro magnífico Heroes III. Lamentablemente el resto de mods que hay por ahí son muy inestables y no permiten una conjunción en plena armonía y buen rollito entre sí. Espero que el The Succession Mod siga palante, porque esta cosa acabada tiene que ser la rehostia. 

¡Gracias por vuestra atención!